lunes, 2 de abril de 2007

Bronca laboral, pero yo feliz

De pequeña, mis padres estaban preocupados por lo retraída y tímida que era. Me daba vergüenza todo y para hacer cualquier cosa necesitaba ir acompañada de alguien para sentirme apoyada. Vivi en una especie d eburbuja hasta que con 17 años mis padres em enviaron a estudiar un año académico a Irlanda. Fue la mejor época de mi vida donde aprendí a valerme por mi misma y a ir perdiendo poco a poco la vergüenza.
Bueno, el caso es que uno de los jefes de sección de la Cope me llamó la atención el pasado viernes. Entre otras cosas me aconsejó que siguiera un protocolo a la hora de hablar con los invitados ya que me dirigía a ellos directamente para hablar. Vale. Soy nueva en este mundo y aún me queda mucho por aprender. El hecho es que me "recriminó" que pecaba de ambiciosa y que tenía mucho morro. En fin, que soy una persona muy sensible y me puse a llorar un buen rato. Me gusta cumplir bien con mi trabajo y nunca me ha pasado algo así, que yo recuerde. Comentándolo con mis padres tuvieron un actitud que me sorprendió. Se pusieron muy contentos, especialmente mi madre. Que llamen la atención a su hija por ser ambiciosa y tener morro fue para ella un regalo para los oídos. Y tiene razón. No dicen que en esta profesión el tener morro es algo imprescindible?. Bueno, pues por lo que parece a mi me sobra. Y yo tan feliz, por mucho que me lo critiquen.

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